La Latina es uno de las zonas del centro de Madrid que mejor ha conservado su aspecto tradicional y que a día de hoy presume de la solera de su ambiente y de ser una de las zonas de tapas y copas por excelencia. Está en el Distrito Centro; entendemos por el barrio de Latina la zona acotada hacia el Norte por la calle Segovia, el Oeste por la calle Bailén, por el Este la calle Toledo y por último hacia el Sur la plaza de la Cebada y la Carrera de San Francisco, desde donde se puede contemplar el edificio más prominente del barrio, la Iglesia de San Francisco el Grande inaugurada en 1784 por orden de Carlos III.
Las calles del barrio aún recuerdan los distintos oficios que se establecieron en el barrio: latoneros, cuchilleros, tijereteros, herreros y cerrajeros... El siglo XIX trajó el declive de los palacios locales y su demolición para la obtención de rentas urbanas por parte de la clase adinerada madrileña. Al igual que en Lavapies, los nombres de las calles y los edificios aún rezuman historia de Madrid.
Las Cavas. La Cava Alta y la Cava Baja.
El origen de las calles que hoy se llaman Cava Alta y Cava Baja son unos fosos que se situaban antiguamente en el exterior de la muralla para evitar los asaltos por sorpresa. Estas antiguas cavas habilitaban la entrada y salida de la villa aunque las puertas estuvieran cerradas. Dicen que por aquí se fugaron gran parte de los árabes cuando Alfonso VI reconquistó Madrid para los cristianos.
La Cava Alta cruza desde la calle Toledo hasta la Plaza del Humilladero. La Cava Baja va paralela a la Alta, y cruza desde la plaza de Puerta Cerrada hasta la plaza del Humilladero.
La Cava Baja cobró mucha importancia pues en ella se establecieron fondas y tabernas para los viajantes que traían mercancía para vender en los cercanos Mercados de la Cebada o de San Miguel. Cada posada fue acogiendo a viajeros de regiones concretas durante el siglo XVII dando servicio al viajero y a su caballería. Con el paso de los años la Cava fue mejorando la categoría de sus posadas, abriendo restaurantes y tiendas que vendían la mercancía de los viajantes.
El tráfico de viajantes favoreció la apertura en la Cava de talleres artesanos que preveían a estos viajantes: toneleros, latoneros, cordeleros, boteros, etc. A día de hoy se conservan cinco posadas, aunque ya no dan servicio de alojamiento. Son la posada de San Isidro, el Dragón, El León de Oro, la de San Pedro (Mesón del Segoviano) y la posada de la Villa.
La noche en la Latina: de copas
La Latina tiene un animado ambiente nocturno los fines de semana. Es un ambiente de gente entre los 25 y 35 años que llenan las terrazas y las tabernas hasta las 3 de la mañana. Destacamos algunos sitios de interés:
El viajero: en Plaza de la Cebada 11. Un bar clásico de la zona. Tiene una bonita azotea y se puede tomar un café tomando el sol. Eso sí, caro y hasta arriba.
Contraclub: en Calle Bailén 16. ContraClub es uno de los pocos bares que abre hasta bien entrada la madrugada en La Latina. Tiene actuaciones en directo prácticamente a diario. Las sesiones de música suelen ser bastante eclécticas.
I latina: debajo del Teatro de La Latina está este bar de copas donde de vez en cuando se deja ver algún actor de los que trabajan en el teatro.
La Sixta: en Calle de Calatrava 15. La Sixta es un conocido bar gay-friendly al estilo de los bares de Chueca. Se llena más por la tarde que por la noche.
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